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Lei esto y me hizo reir y pensar, dos cosas que nunca vienen mal....


No hay ninguna enfermedad que se propague de forma tan efectiva como el síndrome de Jennifer Aniston. No hace falta más que hablar con una amiga o prestarle una revista para contagiarla.A las mujeres, nos conmueve cualquier cosa, pero sólo una realmente nos quiebra: que le rompan el corazón a otra mujer. Somos capaces, quizá, de cerrarle la puerta a un perro que pide comida o de ahorrarnos una limosna, pero jamás podríamos darle vuelta la cara a una mujer engañada por su marido.El de Jennifer Aniston es, además, el caso extremo (casi rozando la pesadilla). Su marido la engañó con la mujer más sexy del mundo, se casó con ella, adoptó a todos sus hijos, la embarazó de mellizos y salió en millones de revistas cargando pañales y enfriando mamaderas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Volví.... bueno, entre tanto viaje de un lado para el otro las revistas y los libros son compañeros incansables en mis solitarias esperas en aeropuertos.
Si, realmente lo de Jennifer Aniston es una putada, me causa gracia la situación pero analizada friamente es una guachada. Igual creo que ya jugó demasiado tiempo el papel de víctima y si fuera mi amiga le diría que "la vida continúa" y a moverse.