Se me hace un poco difícil poder manifestar lo que ver esta obra significó para mi, o mejor dicho, considero que es muy complicado poder explicar o contar lo que vi.
Sólo puedo decir que la risa es el leit motiv del público. Y que la incoherencia, el de esta historia.
Podemos ver a 5 actores en escena que sostienen, a lo largo de una hora y media, algo que no tiene sentido. No lo tiene si intentamos encontrarle sentido desde la razón. Si nos dejamos llevar por esa parte del cerebro no tan "cuadrada", podemos entender mucho. Siempre desde lo que estos personajes recrean. El tema está en no intentar buscarle una lógica. Tan sólo hay que sentarse y prepararse para algo mayestático.
Una casa. Una mujer que "habla" ruso. Un marido chupa sangre. Un pseudo arquitecto. Una pareja de peones. Una historia simplemente graciosa. Creación y mucho ingenio. Yo me dejé manchar, eso está bueno!
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