Tu otro Yo: vidas encontradas
Confieso que tengo un extraño hábito que he perfeccionado con el tiempo: googlear a la gente apenas la conozco. Lease conozco una persona y esa misma noche pongo su nombre y apellido entre comillas en un buscaro para saber más de ése alguien(obviamente que depende del interés que me genere esa persona). Asi descubro sus gustos, grupos de pertenencia, hobbies, que se yo ... satisfago mi dosis de sherlok holmes gratuita. Asi mismo suelo monitorear mi nombre en la web y es grandioso cómo una se ve envuelta en blogs o webs que no sabía que la tenían asociada... En relación con esto, hace unos días leí en un Blog un ejercicio que me dejó pensando y quiero compartir con Uds. Contaba la escritora del blog que de repente tuvo la idea de encontrar en Internet si existía “Otra Ella”. Suena raro, pero fue muy fácil, escribió su nombre en un buscador y apareció una “Ella mexicana” y otra “norteamericana”. Había dos personas en el mundo que se llamaban exactamente igual que ella. La gringa era científica y la mexicana era actriz de menor rango. Pasado unos años volvió a colocar su nombre en Google y resultó que la gringa sigue en sus peripecias científicas y la mexicana tuvo su despedida de soltera.
¡Hagan la prueba, busquen a sus “Otros Yo”! y cuentenme
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