Acercarse desde lo lejos

África es un continente que esta geográficamente y concientemente muy lejos de los argentinos. Es un terreno de gran tamaño divido en 58 países, que la mayoría son desconocidos por el mundo entero. Uno de ellos es Sierra Leona que limita con Liberia y Guinea.
Conciente de la ignorancia mundial hacia esa región, Greg Campbell, el autor de Diamantes Sangrientos, comienza el libro con tres ilustraciones geográficas para ubicar al lector e informarlo de las diversas ciudades que hoy coexisten en África.
Sin embargo, la intención de su libro es divulgar y denunciar la guerra civil provocada, o más bien justificada, por el tráfico de diamantes y armas ilegales, que sufrió Sierra Leona y sus alrededores durante más de diez años y que dejó miles de inocentes muertos, refugiados y amputados.
No hace falta tener un conocimiento previo de ningún tipo para entender los hechos en la historia que desencadenaron la guerra, ni quienes participaron activamente de ella. Tampoco es necesario saber que es un diamante ni lo que simboliza, porque Greg Campbell se encargó de detallar específicamente todo, basándose en una investigación que realizó en la zona y desde otros países indirectamente involucrados en el problema. Entre ellos: Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.
El conflicto esta planteado desde diferentes puntos de vista y cada uno de ellos esta dado en distintos contextos, es por eso que los que cuentan su versión, son personajes reales que vivieron situaciones históricas. Entre ellos hay un hombre inocente llamado Dalmary que perdió sus brazos tras un doble hachazo que recibió de los rebeldes del Frente Revolucionario (FRU), para infundir el miedo en la zona y evitar que se interrumpiera la extracción de piedras en las minas. Además incluye, la mirada de un ex prisionero del mismo frente, conocido como Jango, que fue liberado con la condición de conseguir clientes para vender los diamantes, y los testimonios de jóvenes ex rebeldes que fueron secuestrados por el FRU y vieron como sus padres fueron asesinados, torturados o mutilados. “Los soldados adolescentes, drogados y vestidos con ropas donadas por las organizaciones de ayuda, se precipitaban por las calles en llamas de Freetown, disparando ciegamente ensordecedoras ráfagas mientras apuntaban vagamente en dirección a sus enemigos, alcanzando a todo lo que se encontraba en su camino”, describe el autor.
A su vez, el discurso oficial del frente rebelde, que derrocó a todo gobierno que se atreviera a tomar control de la situación, causa una fuerte conmoción al sentir la impunidad e ignorancia con la que defienden sus actos.
El hecho de que todo ese horror haya transcurrido tan lejos de nuestros hogares, resultaba casi imposible imaginar dicha situación. No obstante, Diamantes sangrientos es una historia trágica y verdadera que involucró a seres humanos, y es por eso que, el tomar un poco de conciencia acerca de lo que ocurrió en África es el primer paso para que el continente y la gente que lo habita dejen de ser ignorados.
Después de leer esta historia las ganas de comprar diamantes se irán para siempre, pero… ¿por qué esas piedras son tan codiciadas? Según Greg Campbell fue la labor de la publicidad que se encargó de “fabricar la necesidad y el deseo”, venderle a las personas la imagen de que esas gemas, estaban vinculadas con el amor, el compromiso y el prestigio, bajo la frase: “Un diamante es para siempre”. Paradójicamente, tenían que ver con la guerra, pero ese cuento no fue contado, hasta ahora. “La mayoría de los consumidores todavía no ha oído hablar nunca de los diamantes sangrientos, ni las guerras que se libran en África en torno a ellos”, subraya Campbell.
Diamantes sangrientos es un excelente libro para reflexionar y recapacitar sobre los valores personales y los objetos materiales. Gracias a las específicas descripciones del autor, la mirada con la que uno observaba el mundo sufrirá un cambio.

3 comentarios:

DniX dijo...

Me pareció un excelente post! Y sabés uno de los puntos más notables que la distancia real que nos separa de Africa es muchísimo menor que los kilómetros a Europa. Sin embargo en nuestro imaginario, como bien decís, está tannn lejos que hasta lo que vemos en películas o leemos en libros nos parece de otro mundo...
Mientras una parte muy grande del mundo se jacta de tener un diamante hay otra parte aun más grande que muere a causa de ello! No leí el libro, pero vi la película, la historia es la misma y la verdad que cuenta también.

Un país del cual se dice poco pero que es, también como otros, extremadamente responsable de la explotación a causa de los diamantes es Bélgica!! Lo digo para que seamos conscientes de la historia de los países del primer mundo :)

Anónimo dijo...

Dos cosas.
La pasión o el interés por los diamantes, es mucho más antigua que lo que se hace referencia en la entrada del blog y no tiene que ver solo con publicidad. Hay un echo cierto y es que los diamantes, como piedra mineral tiene cualidades morfológicas que la convierten en un cristal perfecto, además es escaso y como todo lo escaso en la tierra genera intereses detrás. Hay guerras por petroleo, por oro, por tierras fértiles y por qué no, por diamantes. No la justifico, tal vez tendríamos que discutir sobre como encarar la escasez de bienes en el mundo con otra filosofía que no sea la supervivencia del más fuerte.

Por otro lado, la distancia en nuestras mentes tiene más que ver con aspectos culturales que con meras cuestiones geográficas. Hoy las barreras geográficas son nulas con la tecnología, sin embargo todos los días entramos a sitios webs europeos o estadounidenses, pero chilenos? sitios paraguayos? bueno, lo mismo sucede con Africa, estamos culturalmente muy lejos de ellos, no por superioridad o inferioridad, solamente por tener intereses muy diferenciados.

Volviendo a los diamantes, muchas compañías venden los diamantes certificados indicando su origen y hay organismos internacionales que certifican esto, dando al consumidor poder elegir entre diamantes con sangre o simplemente, la histórica piedra preciosa, el diamante. Esto pasa mucho en Canadá y en los países nórdicos.

Andra Sitt dijo...

Contestando al último comentario, el libro Diamantes Sangrientos es apenas un poquito de lo que hay para contar del conflicto que hay en torno a esas gemas en todo el mundo. Lamentablemente todo no se puede contar en un libro ni en ningún lado...es por eso que por algún lugar hay que empezar.

Yo creo que la geografía tiene mucho que ver, porque uno para saber donde está necesita una referencia, por eso todos los argentinos reconocen más a los países vecinos que a cualquier otro. África y específicamente el país Sierra Leona, queda en la otra punta del mundo y no todos tienen la curiosidad, ni el dinero, ni el tiempo, ni las ganas de preguntarse que hay del otro lado.

Es verdad que algunos diamantes están registrados y no provienen de la guerra...pero seamos realistas....De verdad ¿a cuanta gente le importa?
Además en el libro hay pruebas contundentes que demuestran que Al Qaeda lava el dinero que utiliza para financiar ataques terroristas, comprando y vendiendo diamantes "sangrientos".